sábado, 19 de noviembre de 2011

Monseñor Dardozzi : el terremoto que ha estallado



Monseñor Renato Dardozzi siempre se distinguió, en sus 81 años de vida, por ser un hombre extremadamente discreto y reservado. Jamás hizo una declaración pública, nunca concedió una entrevista, apenas existen fotos suyas… Pero también era un hombre metódico y ordenado.
Durante los 20 años en los que ejerció un importante cargo en el Vaticanoconservó minuciosamente los informes, actas, cartas, balances, relaciones y apuntes de todas y cada una de las numerosas operaciones financieras realizadas por el Banco de la Santa Sede de las que le tocó ocuparse. Fue guardando todos esos papeles, primorosamente clasificados, en unas carpetas amarillas. Llegó a reunir más de 4.000 legajos. Y, a su muerte, decidió sacar a la luz toda esa información.

"Haced públicos esos documentos para que todos sepan lo ocurrido", fue su última voluntad.
El resultado es que gracias al archivo de Dardozzi ahora se sabe, con pruebas en la mano, los oscuros tejemanejes a los que durante años se ha dedicado el Instituto para las Obras Religiosas (IOR), más conocido como el banco del Papa o el banco del Vaticano: a lavar dinero negro a través de cuentas atribuidas a falsas fundaciones benéficas, a apoyar financieramente a la Mafia, a reciclar las comisiones que muchos políticos se embolsaban, a financiar la creación en Italia de un partido de centro-derecha destinado a sustituir a la Democracia Cristiana tras su derrumbe tras el escándalo de Manos Limpias, a ayudar a importantes evasores de Hacienda a colocar su dinero en paraísos fiscales…

"Hace mucho tiempo que se sospechaba que el IOR andaba metido en asuntos turbios. Pero, dada la famosa impenetrabilidad del Vaticano en general y del banco del Vaticano en particular, no eran más que sospechas. Ahora, por primera vez en la Historia, tenemos una montaña de pruebas que demuestran como el IOR es un banco que durante años ha funcionado sin ningún tipo de control, lo que le ha permitido dedicarse a operaciones muy, muy sucias", subraya Gianluigi Nuzzi, el periodista italiano que recibió en herencia el archivo de Dardozzi y que, tras estudiarlo detenidamente durante un año, ha publicado un libro demoledor basado íntegramente en esos documentos.
Se titula Vaticano S.A., lleva vendidos más de 250.000 ejemplares sólo en Italia y está a punto de salir en otros 14 países, incluida España, donde desembarcará el 13 de octubre de la mano de MR Ediciones.

Vaticano S.A. revela, entre otras cosas, cómo el IOR ha desarrollado a lo largo de los años un sistema de cuentas secretas a nombre de falsas organizaciones benéficas(tipo Asociación para la Lucha contra la Leucemia o Fundación de Ayuda a los Niños Pobres…) a fin de ocultar la verdadera identidad de los poderosos clientes que en realidad estaban detrás.

El dinero que se ingresaba en esas cuentas, procedente en numerosas ocasiones de comisiones ilegales o de la Mafia, era posteriormente distribuido en paraísos fiscales, en bancos de Montecarlo…
Era tal el afán del banco del Vaticano por mantener en el anonimato el nombre de los verdaderos titulares de esas cuentas que, incluso en sus documentación interna y reservada, los designaba por medio de nombres en clave: Ancona, Omissis, Siena...

Según los cálculos de Gianluigi Nuzzi, entre 1989 y 1993, se lavaron en esas cuentas unos 400 millones de euros.

Muchos consideran que la publicación de este libro fue lo que hace un año desencadenó que Benedicto XVI comenzara a hacer limpieza en el IOR, jubilando al que durante más de 20 años había sido su presidente (Angelo Calota) y poniendo al frente de esa institución al muy moralista Ettore Gotti Tedeschi, cercano al Opus Dei,íntimo de Emilio Botín y máximo representante en Italia del Banco Santander.

"Numerosos expertos creen que el Opus es responsable del retraso que experimenta la beatificación de Juan Pablo II. Porque, a raíz de los documentos, queda claro que Wojtyla estaba al corriente de todo lo que ocurría", asegura el autor.

No es de extrañar que los cimientos de la Santa Sede hayan temblado. Sobre todo los del torreón de Nicolás V, la fortaleza erigida en 1453 en pleno corazón del Vaticano y considerado uno de los lugares más inescrutables del mundo.

Allí, entre muros de nueve metros de espesor y custodiada en todo momento por la Guardia Suiza, se encuentra la sede del banco del Papa. Un lugar del que jamás, en sus 68 años de existencia, se había filtrado al exterior ni un solo documento comprometedor. Sin embargo, ahora, gracias a monseñor Dardozzi, los secretos más inconfesables de esa inmoral maquinaria para hacer dinero han salido a la luz.

Un tipo peculiar el tal Renato Dardozzi, nacido en 1922 en la localidad de Parma. Miembro del Opus Dei y dotado de un cerebro prodigioso: hablaba cinco lenguas y era licenciado en Matemáticas, Ingeniería, Filosofía y Teología. Ocupaba un cargo importante en el grupo de telecomunicaciones Stet, donde algunos incluso le vaticinaban que acabaría sentándose en el sillón de director general. Y frecuentaba los ambientes de la jet set internacional. Sin embargo, a los 51 años decidió dejar todo eso para hacerse cura.

Sólo un año después de ser ordenado sacerdote Dardozzi fue contactado por el número dos de la Santa Sede, el secretario de Estado Vaticano Agostino Casaroli, a quien había conocido cuando aún era laico y con quien siempre se había entendido a las mil maravillas. Casaroli, a todos los efectos el equivalente a primer ministro del Vaticano inicialmente con Pablo VI y luego con Juan Pablo II, le ofreció convertirse en uno de sus poquísimos consejeros. Y Dardozzi aceptó. Gracias a eso, y en calidad de delegado directo de la todopoderosa Secretaría de Estado de la Santa Sede, a nuestro hombre se le abrieron las puertas más cerradas del Vaticano. Incluidas las del torreón de Nicolás V.

Durante los más de 20 años que Dardozzi fue consejero primero de Casaroli y luego de Angelo Sodano (el secretario de Estado Vaticano nombrado en 1991 por Juan Pablo II) tuvo acceso privilegiado a los secretos del IOR. De hecho era uno de los poquísimos monseñores a los que se les permitía acceder a las reuniones reservadas a los más estrechos colaboradores del pontífice, y en las que se trataban las gestiones financieras de la Iglesia. Y también era uno de los contados monseñores italianos a los que Juan Pablo II invitaba los jueves a comer a su mesa.

Por cierto, que sólo en esas ocasiones Dardozzi se avenía a ponerse el alzacuellos. El resto del tiempo prefería ir con corbata negra.

Al morir, Dardozzi dejó encargado a los albaceas de su testamento que sacaran a la luz su archivo. No era una tarea sencilla: había que dar con una persona capaz de descifrar el muy poco cristiano comportamiento que revelaban esos 4.000 documentos y revelarlo al mundo pero sin instrumentalizarlo. Nada de panfletos anticlericales: tenía que ser una investigación basada en hechos puros y duros.

Y en la revista Panorama, uno de los semanarios más reputados de Italia, se dieron de bruces con Gianluigi Nuzzi. "Me llevó seis meses ganarme su confianza y convencerlos de que respetaría la voluntad de Dardozzi", revela el autor de Vaticano S.A., quien en mayo de 2008 acudió, protegido por unos guardaespaldas y con bastante miedo en el cuerpo, a la granja de Suiza en cuyo cobertizo se ocultaba el archivo de Dardozzi.

"Estaba verdaderamente aterrado ante la posibilidad de que me pudieran quitar de en medio. Sobre todo, visto la suerte que han corrido algunas personas próximas al banco del Vaticano», confiesa Nuzzi en referencia a Roberto Calvi, el director del Banco Ambrosiano (cuyo principal accionista era el banco del Vaticano), quien después del escándalo que sacudió a esa institución fue encontrado colgado bajo un puente de Londres. O pensando tal vez en Michele Sindona, el banquero/mafioso que durante años colaboró con el banco del Vaticano y que en 1986 murió por una taza de café con cianuro en la prisión de Voghera, donde cumplía cadena perpetua".

Nuzzi no sólo se ha convertido en un escritor de éxito sino que la voluntad de Dardozzi se ha cumplido.
Para impulsar al IOR en su camino de purificación, el Banco de Italia y la Unión Europa son cada vez más intransigentes con la impunidad de la que hasta ahora ha disfrutado el banco del Vaticano. De hecho, esta misma semana la Fiscalía de Roma ha anunciado que está investigando al presidente, Gotti Tedeschi, y su director general, Paolo Cipriani, por una operación que estaría relacionada con el blanqueo de dinero.
"No se puede dirigir la Iglesia sólo con avemarías", dejó dicho para la posteridad monseñor Paul Marcinkus, presidente del IOR entre 1971 y 1989. Pero tal vez la Santa Sede debiera gestionar sus finanzas con un poco más de ética y transparencia.



Vaticano Spa, desvela los secretos del Banco del Vaticano Escrito por El Consigliere








Vaticano SpaCuentas millonarias de fundaciones fantasma, transferencias de dinero sin control y vínculos con mafiosos son algunas de las revelaciones del último libro-reportaje sobre las finanzas de la Sede Apostólica.

Escrito por el autor italiano Gianluigi Nuzzi, el libro "Vaticano S.p.A." está basado en el archivo secreto e inédito de Renato Dardozzi, uno de los consultores económicos más requerido por cardenales y obispos de primer nivel en la Iglesia Católica.

Nacido en 1922, licenciado en ingeniería, matemáticas, filosofía y teología, Dardozzi hizo carrera de directivo en el campo de las telecomunicaciones y, a causa de una vocación religiosa tardía, se convirtió en sacerdote a los 51 años de edad.

Públicamente fungió como canciller de la Academia Pontificia de las Ciencias, puesto que le permitió cierto tiempo libre para poner sus conocimientos empresariales al servicio del banco vaticano: el Instituto para las Obras de Religión (Ior).

De los manejos del Ior el prelado llevó un control personal riguroso, guardó cartas, recibos y registros. Al final de sus días (murió en 2003) decidió hacer público ese bagaje informativo y así lo dejó por escrito en su testamento.

"Se trata de un archivo de más de cuatro mil documentos que relata todas las situaciones más oscuras de las finanzas del Vaticano", señaló el escritor y periodista Gianluigi Nuzzi en entrevista con Notimex.

De esta documentación, agregó, "emerge un articulado sistema de cuentas ocultas y paralelas para manejar los peores dineros italianos, recursos de sobornos, dinero de la criminalidad organizada".

La historia relatada en el libro aborda el llamado "periodo post-Marcinkus", una década iniciada tras el escándalo por los negocios financieros turbios que vincularon justamente al Ior con el Banco Ambrosiano.

El obispo estadounidense Paul Marcinkus pasó a la historia por involucrar a la banca vaticana – de la cual era presidente - en operaciones de alto riesgo que llevaron a la quiebra al Ambrosiano.

Según Nuzzi la salida de este personaje de la Sede Apostólica, en 1989, no terminó con el sistema corrupto del Ior, en parte debido a su sucesor, Donato De Bonis, quien creó una telaraña de cuentas a nombre de asociaciones benéficas fantasma.

Entre 1989 y 1993 unos 275 millones de euros (381 millones de dólares) fueron transferidos a fundaciones membrete de los nombres más variados como "Cardenal Francis Spellman", "Lucha contra la Leucemia" o "Niños pobres".

Una parte "marginal" de este dinero efectivamente terminó en la caridad católica pero la mayoría fue destinado al pago de sobornos a políticos, empresarios o clérigos mediante triangulaciones que involucraron bancos en Suiza y Luxemburgo.

Todo quedó puntualmente registrado en el archivo de Dardozzi, quien detectó la primera de estas cuentas "off-shore", perteneciente a la fundación Spellman y abierta en 1997, que en realidad gestionaba recursos de Giulio Andreotti.

Varias veces primer ministro de Italia, líder de la Unión Demócrata Cristiana, Andreotti fue uno de los hombres más poderosos de la historia italiana del siglo pasado.

La investigación reveló además otras redes de poder y dinero que incluyen a personajes mafiosos de talla internacional como Bernardo Provenzano y Totò Riina, antiguos jefes máximos de la Cosa Nostra siciliana, ahora en la cárcel.

"Este no es un libro que se guía por emociones o por tesis anticlericales ni contra la Iglesia; es un libro de documentos, de historias y que deja al lector sus valoraciones", aclaró Gianluigi Nuzzi.

Por ello, señaló, es posible revisar los documentos inéditos que dieron vida al reportaje directamente en internet (www.chiarelettere.it) desde cualquier parte del mundo.

Sobre la actualidad del Instituto para las Obras de Religión, "cierta limpieza seguramente se ha hecho", afirmó el periodista sin poder identificar en qué término y medida. Pero advirtió que los malos manejos pueden repetirse.

El Ior no es un banco que responda a las reglas internacionales de "antireciclaje", al aparato de seguridad y control – tanto a nivel italiano como en la Unión Europea - establecido para evitar casos de lavado de dinero, explicó.

jueves, 17 de noviembre de 2011

El Venerable Licio Gelli y la P2

El Venerable Licio Gelli y la P 2.
Por Pino Buongiorno















P 2 en Uruguay.

La orquesta alternaba apasionados tangos argentinos y viejas melodías napolitanas. Algunas parejas bailaban exhibiéndose en pasos falsos y cambiados.  Los ventiladores a paletas atenuarían a medias el calor de aquella húmeda noche de pleno verano.  
El salón de fiesta estaba colmado; había cerca de doscientas personas.  Estaban allí el Gotha militar del Uruguay, algunos diplomáticos acreditados en Montevideo, una decena de riquísimos terratenientes llegados del Paraguay y distintos políticos argentinos.
Umberto Ortolani, con saco negro y pantalón blanco, hacía los honores de dueño de casa junto a su mujer Marcella, que había deslumbrado a todas las señoras con aquellos siete hilos de perlas al cuello. No obstante el aspecto viejo y decadente, el hotel Casino Carrasco conservaba aún intacto su encanto.
También el chef estaba a la altura de aquella noche. Era óptimo el potaje hispanogermano, con trocitos de ananá fresco. Excelente, naturalmente, el mixto de carne a la parrilla. Faltaba sólo el agasajado, Licio Gelli. Aquella gran cena de primero de año de 1978 era en su honor: su presentación oficial a la sociedad uruguaya.
De improvisto, cerca de las 23, la orquesta dejo de sonar. En el fondo del salón apareció Gelli, con traje color crema, sombrero panamá en la cabeza, anteojos con armazón de oro y bastón con pomo de oro centelleante. Caminaba lentamente dando el brazo a su mujer Wanda, enjoyadísima para la ocasión.  Ortolani corríó a recibirlo.
Él le hizo una seña con la cabeza y comenzó a pasar revista a las mesas para las presentaciones. Hablaba con voz débil y pronunciaba alguna palabra de circunstancia; a todos les deseaba "feliz año". Se aproximó a un diplomático italiano: "¿Cómo están las cosas en Roma?", le preguntó. "No es un buen momento, comendador", respondió el diplomático. "Lo sé, lo sé", dijo Gelli.  "Veremos qué se puede hacer para mejorar la situación. Entre tanto ¡diviértase! "A medianoche en punto brindaron con Moët & Chandon producido en la Argentina. Un general uruguayo vestido con ropas civiles se puso de pie y dio solemnemente la bienvenida al "nuevo amigo italiano" y le auguró "grandes éxitos". 
A 25 minutos de vuelo de Buenos Aires, después de haber atravesado el estuario del Río de la Plata, el jefe de la P2 había descubierto en el Uruguay un nuevo paraíso para multiplicar sus negocios. Un país que era al mismo tiempo una inmensa caja fuerte para capitales libres de impuestos y de control y una gran hacienda con vista sobre el Atlántico, con las vacas en el pastizal abundante de los gigantescos latifundios y, los turistas cada vez más numerosos sobre las playas de Punta del Este, una localidad balnearia de moda, conocida también como la "Acapulco del Cono Sur".
En Montevideo había encontrado a su brazo derecho, Umberto Ortolani, una verdadera potencia financiera, con el acreditadísimo y muy dinámico Banco Financiero Sudamericano (BAFISUD): cinco agencias en la capital y cinco sucursales en el interior del país, una filial sobre la avenida Paulista, en San Pablo, Brasil, y dos oficinas de representación, una en Roma y otra en Ginebra.
Desde que lo había comprado, a comienzos de 1970, el BAFISUD no había hecho otra cosa que aumentar su movimiento de dinero hasta alcanzar la cifra récord de 150 millones de dólares, con capitales especulativos provenientes sobre todo de Italia, como había admitido el mismo Ortolani ante una comisión del gobierno uruguayo.
También los partner del Banco eran importantes:  Lavorobank, una financiera luxemburguesa controlada directamente por la Banca Nazionale del Lavoro el Banco de Sicilia; la Cisalpine Overseas Bank de Nassau, de Bahamas, propiedad del Banco Ambrosiano de Roberto Calvi y el Banco Occidental de Madrid, dependiente del Banco Ambrosiano.  
El régimen político del Uruguay era sin duda lo mejor que Gelli podía desear. En el poder, después del golpe de Estado del 27 de junio de 1973, estaban los militares, quienes habían transformado en una dictadura durísima aquella que había sido hasta entonces una isla de civilidad.
En el Uruguay, la famosa Suiza de América latina, la mujer había alcanzado la paridad de derechos ya en 1910; el analfabetismo había sido erradicado a fines de 1920 y las instituciones eran un modelo de eficiencia y seriedad. Con los generales, en cambio, habían llegado los escándalos, la corrupción y el peculado.
La represión era feroz: cerca de 80.000 personas encarceladas; 60.000 torturadas, 200 muertas bajo tortura; 110 prisioneros oficialmente "desaparecidos"; 15.000 dirigentes políticos proscriptos; 107 decretos de clausura de diarios y revistas. También las condiciones de vida habían empeorado: los salarios habían perdido más del 40 por ciento del poder adquisitivo; 500.000 personas habían sido obligadas a emigrar, los desocupados, sobre un total de 2.800.000 habitantes eran 300.000.  
Los únicos sectores que habían recibido ventajas eran el gran capital bancario ligado a la especulación financiera y la industria de la conservación de la carne. En total no más de 150 familias. Vivían todas en el residencia de Carrasco, a 10 kilómetros del centro de Montevideo, en el "barrio de los elefantes", definido así porque allí habitan los "elefantes", los poderosos del país.  
También Gelli, que "elefante" se ha sentido siempre, fue a comprar una villa en 1978 entre los pinos y eucaliptos de Carrasco. Quizás era menos bella que la de Arezzo, pero también esta tenía de todo: un parque grandísimo que ocupaba toda una manzana, la piscina, una veintena de habitaciones y por último un pequeño zoo. La pagó 600.000 dólares.
Para reestructurarla y arreglarla empleó más de un año:  hizo traer directamente de Italia los preciados mármoles de Carrara, los muebles seleccionados por anticuarios, los cuadros de autores famosos. Para transportarlos usufructuó de las franquicias de los diplomáticos. Amigos en el ambiente no le faltaban, comenzando por el embajador Emiliano Guidotti, toscano como él, siempre a su disposición. Logró también hacerse instalar un teléfono conectado al servicio de telediscado internacional. Otro símbolo de poder, en el Uruguay no lo tienen más de 80 familias. Y de Estados Unidos se hizo mandar una potentísima radio transmisora.  
Aquella villa, transformada en fortaleza, a sólo 300 metros del palacete estilo morisco de Ortolani, se convirtió en el cuartel general de sus negocios en América latina. Organizó diversas recepciones y huésped fijo era el embajador argentino en Montevideo, Guillermo de la Plaza, ya afiliado a la logia secreta, un personaje clave para entrar en contacto con los generales y ministros más influyentes. 
También se ligó a los halcones de la dictadura: el ministro del Interior, Manuel Núñez; el director de la Escuela Militar, Alberto Ballestrino; el jefe de la policía de Montevideo, Hugo Arregui, que dimitieron tres meses después, a fines de mayo de 1981, porque estaban comprometidos en un grueso escándalo financiero.
Logró además acercarse al general Luis Queirolo, jefe de estado mayor del Ejército, el hombre fuerte del régimen.  Para congraciarse con él, el 28 de diciembre de 1979 lo hizo condecorar con la "Gran Croce al merito con Spade" por el fiel Ortolani, designado el 19 de julio de 1979 embajador de la Soberana Orden Militar de Malta, quitándole a último momento el puesto a un secretario de la embajada de España, el abogado Medina. Asimismo, estrecha amistad con Pablo Pardo Santallanna, al propietario del Banco Comercial la principal entidad bancaria privada del Uruguay, y editor de dos diarios de Montevideo, "Mañana" y El Diario”. 
Construida así la red de enlace con las cumbres del país, Gelli creó un imperio de inmuebles y latifundios. "Tierras y departamentos", repetía frecuentemente, "son las inversiones más seguras". En pareja con Ortolani fundó 280 sociedades anónimas, con sede en el edificio Artigas, en el centro de Montevideo.
Entre las propiedades más importantes está la Cachorro, y se incluyen además de su villa otra treintena de casas en Carrasco, muchas de las cuales fueron compradas a precios irrisorios a los diplomáticos acreditados en el Uruguay.
Compró también departamentos y chalés en Punta del Este y haciendas en el interior del país, sobre todo en el Departamento de Soriano. Igualmente adquirió terrenos para hacer importantes especulaciones, como los 1850 lotes (por un valor aproximado a los 80 millones de dólares) del conocido Club del Lago. Confió la administración de todos estos bienes a un comerciante de Montevideo, Luis Fugasot, a quien, naturalmente, lo inscribió en su logia. 
Desde el Uruguay extendió sus ramificaciones al Brasil, a Méjico y a Venezuela, donde adquirió decenas de propiedades en los lugares más elegantes, y una sociedad de import-export.  Pero sobre todo Gelli se fijó como objetivo a uno de los 183 propietarios de tierras del Paraguay, otra dictadura de hierro, donde domina de modo absoluto desde mayo de 1954 el general de origen germano Alfred Stroessner que ha fundado su poder en el anticomunismo militante, la rígida aplicación del liberalismo económico el contrabando y la corrupción.
El Paraguay debía ser su refugio ideal cuando las cosas se pusieran mal en otro lugar.  Stroessner siempre había sido hospitalario con los prófugos millonarios y tuvo en el punto de mira la protección de los perseguidos encolados en el nazismo o en el fascismo: aún hoy viven en las perdidas plantaciones del Chaco paraguayo, sin ser estorbados, criminales de guerra nazis como Josef Mengele, el "angel de la muerte de Auschwitz", y Eduard Roschmann, el "carnicero de Riga".
Para los neofascistas italianos existe una especie de hermandad con todas las características, también en el nombre, de una logia masónica que asiste y protege a los "socios": "La Sociedad Italiana Socorros Mutuos". Allí están inscriptos desde 1978 Gaetano Orlando, Elio Massagrande y Clemente Graziani, tres de los mayores exponentes de los negocios turbios, requeridos por la justicia italiana para ser sometidos a investigación.  "Somos tratados con guante blanco", ha admitido el mismo Massagrande en una entrevista realizada por un periodista brasileño.  Y, francamente, Gelli no podía elegir una compañía mejor.


P 2 en la NATO

"Pe two, pe two... ¿Qué hay de nuevo hoy?". El general americano Bemard Rogers llegó a las ocho, puntual como todas las mañanas, a su oficina supercustodiada en el cuartel general de la NATO en Europa, el Shape en código, en Casteau, a 50 kilómetros al sudoeste de Bruselas. También aquel jueves 21 de mayo de 1981 encontró sobre su escritorio un expediente con el título: "Escándalo de la logia masónica P2 en Italia".  
"Todavía", se fastidió el general, que como buen oficial USA no habípensado jamás que la masonería provocara tanto escándalo. De aquella extraña logia ya había leído algo el día anterior en la revista de la NATO. Mas, verdaderamente, como había confesado a un general italiano, aún no comprendía por qué en Roma hacían tanto alboroto. Abrió distraído la carpeta. Aquel día era más voluminosa que de costumbre. Adentro había una decena de hojas mecanografiadas. El primer encabezamiento era: Nómina de los 962 afiliados a la logia P2. Procedencia: gobierno italiano.  Fecha: 20 de mayo de 1981, hora: 23.00. 
El comandante en jefe de la NATO comenzó a interesarse. Muchos de aquellos nombres no le decían nada. Pero, en la tercera página encontró la primera sorpresa: cuatro nombres subrayados con rojo por un funcionario eficiente que quería llamar su atención.
Eran los de Giovanni Toffisi, carné N° 1825, fecha de inscripción 26 de enero de 1978, jefe de estado mayor de la defensa; Walter Pelosi, expediente 754, fecha 27 de marzo de 1979, prefecto, responsable del Cesis, órgano de coordinación de los servicios secretos italianos, Giuseppe Santovito, carné N° 1630, fecha 1° de enero de 1977, general y jefe del Sismi, el contraespionaje militar; Giulio Grassini, carné No 1620, fecha 1° de enero de 1977, grado tercero. ("maestro"), general de los carabineros, director del Sisde, el servicio de seguridad interno.  
El general Rogers sospechó: ¿Era posible que la cúpula de las fuerzas armadas y de los servicios secretos italianos estuviese toda asociada a aquella logia un poco misteriosa? Pero, las sorpresas de aquella mañana aún no había terminado.  Adjunto al expediente había un informe reservado.
Rogers lo leyó de un tirón: el jefe del departamento que coordina la actividad de seguridad de la NATO le señalaba que en el puesto 211 de la lista de la P2 aparecía el nombre del teniente de navío Bruno Di Fabio, carné N° 1768, fecha de inscripción 1° de enero de 1977, y una constancia de pago de una cuota de 80.000 liras, enviada por carta certificada el 24 de octubre de 1977.
El oficial de la marina italiana trabajaba desde hacía un año en ese mismo comando de la NATO, en la oficina de Informaciones, a la sazón, centro de recepción de informes de los servicios secretos de los quince países de la Alianza. Y Di Fabio no era el único piduista que prestaba servicio en la NATO. 
Estaba acompañado por Angelo Rega, expediente 73, código E.19.77, dirigente del Ministerio de la Industria, desde años atrás destacado en la Representación Italiana en el Consejo Atlántico.  Su cargo era de carácter técnico: cooperación en el sector de producción de armas.  
Eran noticias bombas. La P2 se había ramificado en el santuario inviolable del Shape. El general Rogers decide que ha llegado el momento de ponerse en claro y convoca a una reunión de altísimo nivel. El tema: la NATO y la logia de Licio Gelli.  

P 2 en Italia
El análisis del "caso Italia" fue despiadado. Algunos oficiales del Departamento de Seguridad recordaron que desde unos tres años atrás habían comenzado a sospechar que en Italia operaba una organización encubierta, dirigida operativamente desde sectores militares, pero con fuertes intereses de partidos y grupos económicos, la que practicaba una desprejuiciada política de venta de armas, sobre todo en los enfrentamientos de los países árabes.
Además de hacer este negocio, la organización ofrecía a los adquirentes documentos top secret de la NATO. Por otra parte, un oficial americano reveló que estas sospechas quedaron confirmadas recientemente. Precisamente porque meses atrás habían sido transmitidos a la CIA por el Mossad israelí tres documentos de notable importancia estratégico - militar, interceptados en un par de países árabes (uno era Irak), con los cuales Italia acababa de establecer importantes acuerdos para el suministro de armas.
En el sello de entrada se leía claramente que los dossier habían pasado a través de oficinas italianas consideradas como áreas restringidas.  El primer informe era un estudio sobre los Depósitos estratégicos de petróleo de los comandos de la NATO en Italia, con indicación de los niveles de reserva y la hipótesis de agotamiento.
El segundo se refería al problema de los misiles Cruise por instalar en la península: las distintas localidades puestas a consideración, las ventajas y desventajas de las diversas zonas, también en relación con la reestructuración de la red ínterradar emplazada en el Mediterráneo. El tercero, finalmente, se trataba de un proyecto de posibles recorridos "standard" y de "emergencia" de los aero - laboratórios Awacs en el centro y en el sur de Europa. 
Ahora resurgía la necesidad de individualizar a toda costa a aquel grupo que operaba en Roma. La investigación se había intensificado aunque con escaso éxito.  Sólo hoy, fue la conclusión de aquella reunión cumbre, acaso la verdad esté cerca: con la nómina de los altos oficiales afiliados; con la destacada corte de funcionarios y dirigentes de la industria armamentista; con aquel Maestro Venerable, desprejuiciado y cínico que se proclama anticomunista y luego hace negocios, sobre todo con Rumania, la logia P2 tiene todas las características de aquella lobby oculta que vende carros armados y corbetas regalando también secretos de la NATO.  

P 2 y EE. UU.
A menudo las respuestas eran desmayadas: no todos conocían al Maestro Venerable. Haig, en cambio, demostraba saber muchas cosas de Gelli. Le habían hablado, sobre todo en Estados Unidos, unos muy mal y otros muy bien.  Recordaba por ejemplo que la masonería americana lo había puesto en el índice después de una investigación realizada en Italia por el vice Gran Maestro de la Logia de Nueva York, el juez Charles Frossel. El fallo había ratificado la excomunión del jefe masón en Estados Unidos.  
"La P2", había sostenido Frossel, "es una carnavalada útil sólo para los intereses personales de Gelli y de sus acólitos. Exactamente lo contrario a los ideales masónicos".  
Mas Haig tenía en mente también la óptima referencia dada acerca de Gelli en el año 1969, cuando trabajaba como segundo de Henry Kissinger en el staff para la Seguridad Nacional del presidente Richard Nixon: "Licio Gelli puede ser un peón para contrarrestar la influencia comunista en Italia”. Este juicio le interesaba más a Haig que las controversias masónicas.  
A los ojos de los gobernantes americanos, Gelli siempre ha hecho lo posible para acreditar su imagen de paladín anticomunista. No conocía bien el idioma inglés, pero a través de sus arrebatos contra el PCI y la izquierda en general, los amigos de Michele Sindona rescataban aquella imagen.
Uno en particular, Philip Guarino, ex sacerdote, masón declarado, simpatizante de la extrema derecha. Se encontraban en Nueva York, en el hotel Pierre, en el lujoso departamento de Sindona y hablaban siempre de las mismas cosas cómo ayudar a Michele y cómo defender a Italia de la amenaza de Moscú.
Jimmy Carter no le gustaba del todo a Gelli. Lo encontraba demasiado débil y dócil con la Unión Soviética, en tanto intervenía duramente en los países sudamericanos acusando a aquellos regímenes que no eran de su agrado de violar los derechos humanos.
Había llegado, y esto le pareció el colmo a Gelli, a cortar la ayuda económica a tales regímenes. Así, cuando surgió la candidatura de Ronald Reagan en oposición a la de Carter para las elecciones presidenciales de 1980, el Maestro Venerable le escribió a Guarino, por entonces uno de los miembros más influyentes del Comité Nacional Republicano, poniéndose a su entera disposición.
"Si tú creyeras oportuno difundir en Italia alguna información favorable a vuestro candidato a la presidencia, mándame el material y haré publicar en cualquiera de nuestros diarios lo que envíes. Aquí se habla muy bien de Reagan". 
Y veinte días después de la victoria del ex actor de Hollywood, en el colmo de la alegría, también por la designación del general Haig en la Secretaria de Estado, a quien apreciaba muchísimo, mandó un regalo al nuevo presidente: una Biblia en latín ilustrada por Salvador Dali, "que forma parte" escribió en la tarjeta que la acompañaba, con algo de coquetería y bastante mal gusto, "de la apreciadísima y única edición del año 1950 de sólo 950 ejemplares hoy inhallables". 
Adjunta al regalo una colección de artículos de diarios italianos sobre el nuevo presidente. "En su mayor parte han sido realizados bajo mis indicaciones", alardeó. Y también esta vez hizo lo imposible para hacerse invitar a la ceremonia de asunción del flamante mandatario.
El 6 de enero de 1981 estaba en la comida del presidente americano.  "¡Sugestiva esta fiesta!', dice feliz al fiel Guarino. "Con Reagan los Estados Unidos volverán a ser una potencia". Gelli ocupa uno de los mejores puestos, en la primera fila, junto a embajadores y altos funcionarios americanos.  

P 2 en Argentina: Perón.
Siempre había tenido debilidad por ese tipo de ceremonias. Elegantísimo, con smoking y moño mariposa, también el 13 de octubre de 1973, Gelli estaba presente en la ceremonia de asunción de un nuevo jefe de Estado: aquélla en honor del general Juan Domingo Perón, por tercera vez en el poder en la Argentina, y de su mujer, María Estela Martínez, apodada Isabelita, nombrada vicepresidente. 
Aquel día, en verdad, se sentía él, más que la pareja, el festejado. Estaba firmemente convencido de que si aquella fiesta se podía celebrar con tanto fasto, era por la presencia de autoridades de todos los países, como Giulio Andreotti, llegado expresamente de Italia, y el mérito era todo suyo. ¿Quién si no él había sido el artífice del retorno de Perón al poder?  
También Perón lo había reconocido y, para recompensarlo, ocho días después, una vez terminados los festejos, lo invitó a la Casa Rosada, y le puso sobre el pecho la "Gran Cruz de la Orden del Libertador San Martín", la máxima condecoración argentina. También le había hecho saber, lo que incrementó su orgullo, que José de San Martín, héroe de la Independencia, era masón.  
Gelli había conocido a Perón a comienzos de 1971. Se lo había presentado en la villa " 17 de Octubre", de Puerta de Hierro, en Madrid, donde el general vivía en el exilio después del golpe de Estado de Eduardo Lonardi, uno de los "hermanos" de la P2, Giancarlo Elía Valori.
"Si Perón accede de nuevo al poder" -había dicho excitadísimo Valori a Gelli antes de partir de Roma a Madrid - "las industrias italianas, más bien, ¿qué digo?, las industrias de la Comunidad Europea se beneficiarán". Y el jefe de la P2 lo había seguido porque sabia que Valori, a pesar de su trabajo aparentemente insignificante (era funcionario de la RAI), desarrollaba una serie de actividades encubiertas de gran importancia.
Valori era un poco como él. En efecto, hacía de maestro de ceremonias a Amintore Fanfani, el brasseur d'affaires de la Fiat, la eminencia gris para un par de cardenales de la curia romana. Pero, particularmente desde unos años atrás, era el embajador personal del presidente argentino con la misión de organizar su retorno a la patria. 
Y Gelli estaba ansioso por conocer a aquel general coetáneo de Hitler y de Mussolini, anticomunista apasionado, pero también astuto para comprender que con los países marxistas se deben hacer negocios porque rinden, fundador del movimiento "justicialista", que retomaba viejos principios de la República Socialista: populismo, demagogia y nacionalismo.
En efecto, el Maestro de la P2, de pronto se da cuenta de que no se había equivocado al seguir al fiel Valori, tanto más por cuanto el viejo caudillo le había presentado a su secretario privado, con el cual se entendió a la perfección, lo que le permitiría ganar terreno.  Era José López Rega, ex cabo de la policía, gorila y mayordomo del general, gestor del encuentro de Perón con Isabelita, una ex bailarina de los night de Panamá, pero ante todo, masón puro, cultor de ritos esotéricos, de la magia y de la astrología. 
Aquel día Gelli prometió a Perón que lo ayudaría, también porque en su corazón pensaba que una vez vuelto al poder aquel caudillo, se abrirían para él las puertas de un nuevo mundo y sus tentáculos se prolongarían hasta Sudamérica.  
El jefe de la P2 comenzó a ocuparse personalmente como lo han revelado altos signatarios del Palacio Giustiniani, de la venta de todo el oro que Perón se había llevado con él en el momento de la fuga y que debía por fuerza ser transformado en dinero para financiar el regreso a Buenos Aires. 
Y ahora, en pareja con Valori, movió a sus amigos en el Vaticano para hacer levantar la excomunión que había sido dictada contra Perón poco después de la caída, en 1955, por el Papa Pío XII, por haber expulsado a dos obispos de la Argentina.
Quedaba un último obstáculo: convencer al más obstinado enemigo de Perón, el ex presidente Arturo Frondizi, para que fuera a pactar con él.  La misión le fue confiada a Valori, quien voló a la Argentina el 12 de marzo de 1972 y logró llevar a Frondizi a la villa madrileña del General.
Para el regreso sólo faltaba tomar el avión. Como de costumbre, Gelli y Valori hicieron las cosas a lo grande: fletaron sin más rodeos un DC8 de Alitalia.  Perón partió de Roma y el 17 de noviembre de 1972, después de 17 años de exilio, regresó a Buenos Aires. En el aeropuerto de Ezeiza llovía. 
Valori fue el primero en bajar del avión; se hizo dar un paraguas y esperó paciente al pie de la escalera.  Luego tomó el brazo de Perón ubicándose a su izquierda, en tanto Isabel hacia lo propio por la derecha y se dirigieron a la sala VIP. Era el triunfo de la P2 en la Argentina.

P 2 en Argentina: López Rega.
Gelli esparció por Roma la versión de que Perón era un queridísimo amigo, casi una criatura suya. Y a los más escépticos ("es el acostumbrado fanfarrón") dio una demostración cuando en febrero de 1973, Perón, su mujer Isabelita y López Rega volvieron a Europa por algunas semanas. Los hospedó en la villa recién adquirida en Lebole, sobre la colina de Santa María de las Gracias, en Arezzo. Los llevó de paseo y, para hacer ver que también tenía amigos de sangre azul, los condujo a la finca del duque Amedeo d'Aosta, en San Giustino Valdarno, a pocos kilómetros de Arezzo.  
Todo estaba pronto para el gran salto más allá del océano. No era la primera vez que Gelli viajaba a Sudamérica. Según un informe del Departamento de Informaciones del Frente Amplio, la organización uruguaya de resistencia a la dictadura militar, inmediatamente después de la guerra había llegado a Sudamérica para reencontrarse con algunos camaradas allí refugiados, pero esta vez quería volver con todas las credenciales en regla. También aquellas masónicas. 
Fue a lo del Gran Maestro Salvini y le pidió que le preparara una carta de presentación oficial: "Licio Gelli representa al Gran Oriente de Italia ante la Gran Logia de la Argentina". Con esta presentación, en septiembre de 1973, golpeó a la puerta de Alcibíades Lappas, uno de los mayores productores de piezas de plata, secretario de la masonería argentina.
Le habló de su logia, "la más importante de Italia", se vanaglorió "la flor a los ojos del Gran Oriente con tantos diputados, ministros, generales y empresarios". Le dice que quería conocer también en Buenos Aires a la gente importante. Y Lappas, un poco impresionado por tanta intromisión, le contestó presentándole a los "hermanos sudamericanos". A los más famosos, naturalmente.  
Igualmente, Gelli tenía un proyecto para la Argentina: organizar una logia encubierta con la participación de los jefes de las Fuerzas Armadas, de los principales industriales y de los políticos más destacados, un modo de tener siempre el control político del país.
A la logia le dio un nombre: Pro-Patria, esto es, como explicó, propaganda patriótica, una sigla que le recordaba un poco la suya, P2, y un poco sus principios nacionalistas. El primero en seguirlo fue, naturalmente, López Rega, que, a la sombra de Perón se volvía cada vez más importante, ya sea como consejero político o como ministro de Bienestar Social, una cartera clave del gobierno argentino.
Alistó luego a Alberto Vignes, alto dignatario de la masonería argentina y ministro de Relaciones Exteriores; a César de la Vega, Gran Maestro de la logia de Buenos Aires de 1972 a 1975 y embajador primero en Dinamarca y luego ante la UNESCO; a Guillermo de la Plaza, embajador en el Uruguay; a Raúl Alberto Lastiri, presidente del Senado y yerno de López Rega; a Federico Barttfeld, un ambicioso diplomático, agregado comercial a la embajada argentina en Roma.  
Y todos fueron afiliados de oficio también a la P2. Para hacer nuevas amistades comenzó a frecuentar los congresos masónicos que se realizaban en Sudamérica.  A fines de octubre de 1973 participó, junto a López Rega y a Bindo Corradi, que representaba al Uruguay, en una importante reunión panamericana que tuvo lugar en Buenos Aires.
A medida que crecía su influencia en la Casa Rosada y en los ministerios, Gelli entró en conflicto con Valori, quien trataba de mantener a toda costa aquel papel de interlocutor privilegiado del poder político y económico argentino que había tenido hasta la llegada del jefe de la P2. "Yo he estado para allanarte el camino y ahora no acepto pasar a un segundo término", le gritó Valori un día.
Y Gelli, habituado a no compartir nada con nadie, lo expulsó de la logia.  Posteriormente le aplicó un castigo; tras haberse enterado por López Rega de que Valori andaba hablando de él con Perón, le hizo advertir por el jefe de la policía que no debería poner más los pies en la Argentina. "Mario, si alguno busca a Valori mandámelo a mí. He tomado su puesto", ordenó en abril de 1974 al portero del hotel Claridge, donde había fijado su cuartel general en Buenos Aires.  
Tras librarse de un peligroso competidor, Gelli vivió sus días de gloria a la muerte del viejo Perón, el 1° de julio de 1974. Formalmente asumió el poder Isabelita. En realidad, al mando estaba López Rega, que desde aquel día no fue tan sólo "el brujo" sino también el "Rasputin de la pampa", porque como el lúgubre monje ruso que había plagiado a la zarina Alejandra, había sometido completamente a la descolorida Isabelita.  
En aquel clima de violencia que los escuadrones de la muerte de la Triple A, organizada por López Rega, volvían cada día más candente (los muertos hasta el golpe de estado de 1976 que depuso a Isabelita fueron más de 2.000), con una crisis económica agudísima (la tasa de inflación era superior al 600 por ciento), el jefe de la P2, en compañía de los "hermanos" de la Pro-Patria, se encontró a sus anchas e hizo los mejores negocios.
El 13 de setiembre de 1974, después de adoptar la ciudadanía argentina (se lo permitía la Ley 282, en virtud de la cual todo ciudadano italiano puede nacionalizarse argentino y viceversa), fue acreditado como consejero económico de la embajada argentina en Roma. Un procedimiento ordenado personalmente por López Rega y avalado por otro masón, el ministro de Relaciones Exteriores Vignes, que de hecho otorgaba a Gelli de ahí en más un poder excepcional: el de tramitar todos los negocios entre Italia y la Argentina.  
Tres meses más tarde, a mediados de diciembre de 1974, en un DC 8 especial el jefe de la P2 voló a Libia en compañía de López Rega y otros cien funcionarios argentinos. Con el coronel Muammar Kaddahafi trató durante más de un mes la compra de petróleo para la Argentina, pero a un precio notablemente superior al fijado en aquel momento en el mercado libre de Rotterdam.
Esto se descubrió meses después, cuando el negociado fue denunciado por el diario de la vieja burguesía "La Prensa". López Rega fue explícitamente acusado de haber fijado el precio en aquel contrato y de abrir una serie de cuentas numeradas en Suiza. Y Gelli, desde aquel día, según un informe de los servicios secretos argentinos, preparado después del estallido del escándalo de la P2, aumentó notablemente su influencia en la banca sudamericana.  
Por último, en la primavera de 1975, a instancias de López Rega, que había soñado siempre con la idea de una masonería "sinárquica" (una tercera potencia mundial capaz de equilibrar los bloques opuestos del imperialismo americano y soviético), fundó la OMPAM, organización mundial del pensamiento y de la asistencia masónica, a la que deberían adherir sobre todo los países del tercer mundo.
Con su acostumbrada modestia se autoproclamó secretario de la organización. La finalidad, como se desprende del artículo 41 de la Constitución de la OMPAM, era desatinada: "Ofrecer asistencia para la solución de problemas internacionales mediante la coordinación de todas las fuerzas masónicas de los países interesados de manera de favorecer y posiblemente alcanzar una equitativa composición de reivindicaciones, divergencias, enfrentamientos suscitados por causas de naturaleza religiosa, social, económica y política".
Y entonces: la OMPAM debería "proveer acciones intermediarias, a pedido de los Estados y de los organismos en pleito, valiéndose de las instituciones masónicas de las naciones interesadas, cuyo espíritu de universalidad está por sobre toda ideología política y confesión religiosa, para contribuir a reforzar iniciativas tendientes a resolver pacíficamente las controversias". 
Para un proyecto tan grandioso Gelli encontró también la sede apropiada: un palacete de tres plantas, con una treintena de habitaciones, salones y jardín en pleno centro de Roma, a pocos pasos de la vía Veneto. Los fondos los recolectó en Brasil al convencer a la Gran Logia Masónica de Guanabara (Río de Janeiro) para que le concediera 8 millones de dólares "la fuerza del amor necesita sustituir el equilibrio del terror", andaba repitiendo para ahuyentar las dudas de los más reacios.
Sin embargo aquel proyecto no caminó: ni el duque de Kent, Gran maestro de la Gran Logia Unida de Inglaterra, máxima autoridad masónica mundial, ni la poderosísima Gran Logia de Nueva York quisieron conceder su reconocimiento a la OMPAM, desconfiando totalmente de los buenos propósitos de Gelli. Y si lo hubieran hecho, también los "hermanos" de la Logia de Guanabara hoy no habrían sido expulsados de la masonería brasileña. Y tampoco habrían terminado bajo investigación con la acusación de "haber enviado ilegalmente capitales a Italia para inversiones inmobiliarias y para la compra de empresas estatales y “paraestatales italianas".  
Y llegó también el mal día de la expulsión de López Rega, condenado a muerte por los Montoneros, odiado por la izquierda peronista, despreciado por los lideres políticos que, sin embargo, habían dado su apoyo político a Isabelita, odiado además por el Ejército.
El pretexto fue una huelga general en Buenos Aires, en julio de 1975: "Ladrón, asesino, torturador" gritó la muchedumbre delante del Ministerio de Bienestar Social, a dos pasos de la Presidencia. Isabelita aquella vez no pudo defender a su consejero amante y lo hizo escapar.
Gelli, naturalmente, le cuidó los flancos. Primero le dio un refugio en Italia, luego lo mandó a España, seguidamente lo hizo someterse a una intervención quirúrgica para cambiar el rostro, finalmente le consiguió sede fija en Suiza. El ingente patrimonio de López Rega ya estaba seguro en las cajas de Zurich y no le habría sido difícil vivir en paz y en lujo.  "Vendré a encontrarte seguido", le prometió, y, en los años siguientes, mantuvo la palabra: por lo menos cada dos meses invitaba a los "hermanos" más íntimos: "Voy a Suiza, a casa de José". 
Gelli se dio cuenta de que sin LR la presidencia de Isabelita tendría los días contados. También él juzgaba a la viuda de Perón con desprecio y se había habituado a llamarla, como casi todos los argentinos, la "copera", aquella que hace beber las copas de champaña en los nights; I'entraineuse, en suma.
Sé buscó nuevos aliados y también esta vez sacó provecho del vínculo masónico. Visitando las logias argentinas y participando de los congresos masónicos en Sudamérica, se había acordado que el cuerpo militar más representado entre los "libres albañiles" de la pampa era el de la Marina, también por una vieja tradición: muchos oficiales argentinos habían pasado por la escuela  de la Royal Navy inglesa, desde siempre fragua de masones.
Gelli puso los ojos precisamente en el jefe de la Marina. Le conocía virtudes y defectos que sólo él habría podido cultivar y explotar: el fanatismo; la admiración ciega por el dictador chileno, el masón Augusto Pinochet; la ambición desenfrenada por el liderazgo político; la pasión por las mujeres bellas; el juego y el lujo, tanto que en Buenos Aires lo habían apodado "el almirante en blue jeans".
Se lo presentó el capitán Carlos Alberto Corti, eminencia gris del comandante de la Marina, ya afiliado a la Pro-Patria. Y también esta vez Gelli demostró haber escogido el caballo apropiado: el 24 de marzo de 1976, precisamente Massera, junto al jefe del Ejército, Jorge Videla, y al comandante de la Fuerza Aérea, Ramón Agosti, depuso a Isabelita.

P 2 en Argentina: Massera.
Se iniciaba el período más negro de la reciente historia argentina: 20.000 desaparecidos, millares de presos políticos torturados, otros dos millones de personas obligadas al exilio. El mismo Massera se distingue por la ferocidad represiva: bajo sus órdenes operaban los despiadados torturadores de la Escuela de Mecánica de la Armada. "La acción que desarrollamos es más dura que la de cualquier guerra conocida, porque ésta es la lucha del bien contra el mal", dijo en una oportunidad procurando encontrar al menos un apoyo moral para aquellas masacres.  
Pero estas cosas a Gelli no le interesaban mucho. Lo importante para él era quedar a flote con los nuevos patrones de uniforme y no interrumpir los negocios de primera.  Mejorarlos, si era posible. Y así lo hizo. Ante todo fue confirmado en el cargo en Roma.
En esta oportunidad, quien firmó la medida fue Walter Aliara, subsecretario de Relaciones Exteriores, fidelísimo a Massera. Casi todas las relaciones económicas ítalo-argentinas debían pasar ahora a través de ti. Dio también mucho trabajo: en 1977 Italia estaba en primer lugar entre los países que habían invertido capitales en la Argentina y en segundo en el intercambio comercial.
A Gelli se dirigió también Lucien Sicouri, presidente de la Italimpianti de Génova. Junto con un grupo canadiense Sicouri había ganado la licitación del contrato para la realización de la central nuclear de Córdoba, uno de los más importantes centros de la Argentina. El contrato se había firmado cuando aún estaba en el poder Isabelita. ¿Qué podría suceder con el nuevo régimen?  "Ningún problema", le aseguró Gelli. Y lo afilió también a la P2, "Así será más seguro". Lo mismo hizo con Loris Corbi, presidente de la Condotte, en carrera por un importante contrato ferroviario.  
Se ocupó luego del ingreso de la Rizzoli en la Argentina. La editorial italiana compró en 1977 el 50 por ciento de las acciones de la "Editorial Abril" (la otra parte fue adquirida por la empresa ítalo-argentina "Celulosa").  A cambio del aval de la junta militar para concluir las operaciones, Gelli hizo aceptar a la Rizzoli una serie de pesadas condiciones: el control de la línea política de las publicaciones, la posibilidad de vetar a sus directores y, finalmente, el retiro del corresponsal del "Corriere della Sera" en la Argentina, Gian Giacomo Foa, mal visto por los militares por los artículos que denunciaban la sanguinaria represión en acción en el país.  
Pero el más grande negocio Gelli lo vislumbra en la compra de armas.. Los triunviros Videla, Massera y Agosti habían asignado una cifra monstruosa para el equipamiento del Ejército, de la Marina y de la Fuerza Aérea: 6.000 millones de dólares, para gastar dentro de 1980 a toda costa.
El jefe de la P2 no deja escapar la muy apetitosa ocasión. Hace invitar a Italia a Massera para concluir acuerdos para la provisión de fragatas Lupo, sistemas misilísticos y preparación electrónica naval. No obstante una fuerte oposición parlamentaria, el 24 de octubre de 1977 Massera estaba en Roma, naturalmente en el hotel Excelsior.
Gelli logró también hacerlo recibir por Giulio Andreotti, presidente del Consejo en esa época, que se apresuró a explicar inmediatamente después de aquel encuentro: "He recibido a Massera en forma privada". Asimismo lo llevó de visita a los astilleros de la Oto Melara de La Spezia. Mas tuvo una sorpresa brutal: los sindicalistas habían declarado una huelga general en señal de protesta por la llegada de "uno de los miembros de la tristemente famosa junta militar argentina".
El almirante anduvo enfadado y partió inmediatamente hacia Alemania, abandonando en Roma, en la suite del Excelsior, los preciosísimos libros de arte que la Rizzoli le había regalado.  De las fragatas Lupo no se quiere saber más y para nada sirve el viaje a Buenos Aires, del 25 al 28 de agosto de 1978, del almirante Giovanni Torrisi, jefe de estado mayor de la Marina, al cual Gelli hizo de anfitrión. Más afortunado fue el jefe de la P2 con el radar y los misiles de la Selenia. El contrato anduvo bien y, a cambio, el presidente de la sociedad, Michele Príncipe, se afilió a la P2.  
A medida que los golpes salían bien, Gelli acrecentaba su fama, poder y riqueza.  Se vinculó además a otro importante militar, el general Carlos Suárez Mason, uno de los exponentes más reaccionarios, comandante del primer cuerpo de ejército, con sede en Buenos Aires.
Lo había enrolado en la Pro-Patria y, de oficio, en la P2.  Podía ser él, de un momento a otro, el nuevo "caudillo" en condiciones de tomar las riendas de un país que estaba cada día más destrozado (inflación del 140 por ciento, los precios de los servicios aumentados en un 50 por ciento, los de los hidrocarburos en un 69 por ciento, los transportes subterráneos en el 50 por ciento, los ferroviarios en un 70 por ciento y los salarios bloqueados en los niveles de 1975). No se dio, pero Gelli anduvo bien igual porque Mason llegó a la presidencia de YPF, el ente petrolífero del Estado, un sector que apreciaba muchísimo.  
Pensó también que había llegado el momento de invertir las enormes ganancias.  Compró departamentos en Buenos Aires y haciendas en el interior del país; entró como socio en la empresa de búsqueda petrolífera submarina; compró acciones de la sociedad de exportación de carne.
Él creía verdaderamente en el futuro de los bistés de la pampa. Con cerca de 35 millones de cabezas bovinas para 25 millones de habitantes, con una hectárea de tierra por cada novillo; estaba convencido de que la carne en la Argentina era lo que el petróleo en Arabia Saudita. Costaba poco y era buenísima.
En Italia se hace promotor de una campaña para hacer abolir el límite fijado por la Comunidad Europea para la importación de carne de los países sudamericanos (no más de 10.000 toneladas al año). Lo iba diciendo frecuentemente a sus "hermanos" del Parlamento. Lo repitió también, con no poca ironía, al periodista Maurizio Costanzo en su entrevista proclama de octubre de 1980: "En Italia la carne tiene un precio promedio de 13 dólares por kilo, incluidos los estrógenos. Si en cambio fuese consentido por los países de la Comunidad el aprovisionarse en los países de América centromeridional, tendríamos la carne libre de estrógenos y a un precio cercano a los 5 dólares el kilo". Mas no lo decía ciertamente sólo por hacer el gusto a los administradores italianos.


P El informe parlamentario italiano.
La Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores de Italia, ante la magnitud del escándalo protagonizado por Licio Gelli, designaron una comisión bicameral presidida por Tina Anselmi, que trabajó durante dos años, con la ayuda de cuarenta, “comisarios" especializados, para desenredar los hilos del affaire.
El 20 de mayo de 1984 se publicó el texto del informe de la Comisión Anselmi en la revista "L'Espresso". Es la síntesis de unas 500.000 páginas de documentos, testimonios y declaraciones acumuladas por los investigadores, que ocupan un salón entero del Parlamento italiano y es custodiado día y noche por guardias armados.
El Informe Anselmi revela" entre otras cosas, las conexiones civiles y militares de la Logia P-2 en el Estado italiano y el grado de peligrosidad que alcanzó la organización dirigida por Gelli en sus intentos de desestabilizar las instituciones republicanas ("Operación Rosa de los Vientos").  
Las vinculaciones de la logia se extendían al mundo financiero, a los servicios secretos, a la magistratura judicial, al periodismo, etc. En cuanto a las conexiones de la P-2 con nuestro país, el Informe Anselmi señala la notoriedad de las relaciones de Gelli con el general Perón y el almirante Massera, así como las distinciones de que fue objeto por el gobierno argentino en 1973.
Fuente: Revista Todo es Historia - Numero 214 - Febrero 1985
Entre los libros más importantes publicados sobre Licio Gelli figura “L’ Italia della P-2”, escrito por varios periodistas italianos, Andrea Barberi, Pino Buongiorno, Maurizio De Luca, Nazareno Pagani, Giampaolo Pansa, Eugenio Scalfari y Giusseppe Turani. De ese material, publicado por Arnoldo Mandadori Editore, extraemos un cápitulo titulado “La Internacional del Venerable Licio”, escrito por Pino Buongiorno. La trascripción del capítulo de Buongiorno es textual y Todo es Historia no abre juicio sobre sus menciones y conceptos.




La Soberana Orden Militar de Malta por Leo Zagami, 2006


Siempre  que se investiga a la P2, Gladio, la "aristocracia negro," el terrorismo internacional, o la internacional nazi, nos encontramos con la SMOM - la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, conocido como "los Caballeros de San Juan" o "Los Caballeros de Malta".
Ellos eran omnipresentes en el establecimiento de la infraestructura financiera y humana del terrorismo internacional moderno ya durante la Segunda Guerra Mundial, e inmediatamente después. SMOM miembro barón Luigi Parilli, un empresario con conexiones de alto nivel tanto en SS de Hitler y SD en Italia, y los servicios de inteligencia de Mussolini, fue el enlace principal entre el General SS Karl Wolff y Allen Dulles en Berna. SMOM otorgó uno de sus máximos galardones, la Gran Cruz al Mérito Con Placca, en EE.UU. el embajador de Italia Ellery Stone, que había salvado Borghese, y que posguerra se convirtió en un vice-presidente de la ITT Corporation, que ayudó a organizar el 11 de septiembre 1973 derrocamiento del presidente chileno Salvador Allende y la instalación de la dictadura de Augusto Pinochet. El SMOMotorgó su Cruz al Mérito Seconda Classe a Italia OSS jefe de James Jesus Angleton, en 1946, casi al mismo tiempo que hizo honor a su jefe, Allen Dulles. Al año siguiente, se concedió la Gran Cruz al Mérito Con Placca a este Hitler del Frente jefe de inteligencia Reinhard Gehlen, uno de los cuatro ganadores de este premio en el momento. Hermano de Gehlen fue el secretario de Thun Hohenstein, uno del Consejo de Gobierno de cinco miembros soberanos de la Orden. Como jefe del Instituto de Emigraciones Asociados, Hohenstein impreso unos 2.000 pasaportes, que fueron utilizados para trasladar los líderes nazis al escondite seguro en todo el mundo.
Otros caballeros principales incluyen la CIA Allen Dulles jefes, John McCone, y William Casey. Nazi Internacional figura Otto Skorzeny era un caballero, como hombre de negocios J. Peter Grace, quien utilizó el SMOM " inmunidad diplomática s como una tapadera para las actividades de Irán-Contra.
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Numerosos líderes de la organización de inteligencia militar de Italia fueron los miembros de ambos SMOM y P2, entre ellos el general Giuseppe Santovito (ex jefe de SISMI, que sustituyó SID después de 1977), el almirante Giovanni Torrisi, jefe del Estado Mayor General del Ejército, y el general Giovanni Allavena, jefe de SIFAR. Otro miembro de la P2 clave que fue un Caballero fue el Conde Umberto Ortolani, miembro de la SMOM ' s consejo de gobierno interior, y un veterano del servicio de contraespionaje de Mussolini. Algunos dicen que era el verdadero cerebro detrás de P2, y lo hizo patrocinador de la entrada del jefe P2 Licio Gelli en la SMOM. Ortolani fue un financiero que, entre otras cosas, de propiedad del segundo banco más grande de Uruguay, donde comandó una enorme influencia; los fascistas Gelli había estado en el exilio en Ibero-América hasta los poderes superiores lo trajo de vuelta a Italia en la década de 1960 para establecer lo que se convirtió en la logia P2.
Al igual que con cualquier otra organización, no todos sus miembros son culpables, ya veces ni siquiera Witting de los crímenes de la organización. En este caso, sin embargo, dada la naturaleza de la bestia, que sería relativamente rara. Además de la superficie repetidas de SMOM miembros en actividades terroristas, cerca del final de la Segunda Guerra Mundial, una de sus operaciones más recientes, ilustra la naturaleza esencial de la organización.
En 1978, tras duros sobre los asesinatos de Dresdner Bank Jürgen Ponto cabeza, el empresario alemán Hanns-Martin Schleyer, y Aldo Moro, los Caballeros de Malta fueron sorprendidos in fraganti la coordinación de una operación de asesinato contra Lyndon H. LaRouche, Jr. LaRouche fue el autor intelectual de la cumbre de Bremen de ese año, donde el presidente francés, Valéry Giscard d'Estaing, canciller de Alemania Occidental, Helmut Schmidt, y el primer ministro británico James Callaghan (el último por la fuerza) firmaron el comunicado de Bremen, que anunció la creación del Instituto Monetario Europeo del sistema. La EMS, en las palabras de un oficial de Alemania Occidental, estaba destinado a ser "la semilla de cristal de un sistema monetario mundial." Bremen golpeó terror en los corazones de la oligarquía del mundo. , Dijo un alto funcionario de la Banque Bruxelles-Lambert, propiedad de los Rothschild belga, "Se reconoce que fue el programa de LaRouche que pasó en Bremen. Si se pasa por ahora, algunos importantes centros financieros van a perder su poder. A Mucha gente no les va a gustar eso. " El director de un instituto de Caballeros carreras en Bélgica fue más conciso: "LaRouche es el primer enemigo del grupo de Londres." En Nueva York, Knight Henry S. Bloch, director de Warburg, Pincus banco de inversión, cuyas manos los investigadores descubrieron que la celebración de muchas de las cadenas de la trama, proclamó LaRouche a ser "muy peligroso", y puntualmente lo comparó con Malcolm X, asesinado en 1965.
En sus investigaciones de la SMOM, colaboradores de LaRouche "para su sorpresa descubrieron que la mera mención de su nombre inspira temor y el terror en las mentes de los funcionarios gubernamentales de alto rango, los bancos centrales, altos mandos militares y líderes de negocios y altos ejecutivos de diplomáticos y de inteligencia, "según consta en un folleto publicado por la organización de LaRouche en ese momento," intento de asesinato terrorista `El Negro Internacional de matar a Lyndon H. LaRouche, Jr." El folleto también informó, "El poder que la Orden se centra principalmente financieros, a través del control directo de la mayoría de las casas del mundo occidental de inversión más importantes", y mucho, mucho más. El folleto también señaló: "Una segunda fuente de poder es una capacidad de inteligencia absolutamente incomparable". Lo que quiere decir, la SMOM es un brazo principal de la organización de la sinarquía, que reúne a los aristócratas más importantes del mundo, financieros y militares y de inteligencia en particular. Sus miembros anhelan el mundo ultramontano que existía antes del surgimiento de Estados nacionales soberanos en el Renacimiento, lo que significó una pérdida de poder y los privilegios de sus familias. Para ellos, ese mundo desaparecido es como si ayer. De hecho, de ninguna manera ha desaparecido por completo, pero sigue vivo, centrado en sí mismos como los Caballeros, en la veneciana descendiente de "los bancos centrales independientes" de prácticamente todas las naciones del mundo, como ha subrayado LaRouche.
Los Caballeros de San Juan fue fundado en el siglo 11, y saltó a la fama en la Primera Cruzada de 1095. En 1120, el Papa Urbano II oficialmente reconocida como una orden religiosa militar, y durante siglos, siendo una de las fuerzas militares más poderosas de la cristiandad, en primer lugar de su sede en la isla de Rodas, y luego en Malta, de la que fueron finalmente impulsada por Napoleón en el siglo 18. Los Caballeros fueron reconocidos como un Estado soberano por un emperador de los Habsburgo en el siglo 16. Siguen siendo un estado soberano, organizado desde su sede en Via Condotti 68, en Roma. Ellos mantienen su propia flota de aviones, tiene relaciones diplomáticas con 92 naciones, así como las Naciones Unidas y la Santa Sede y gozan de inmunidad diplomática. El orden es totalmente católica, y sus rangos más altos debe documentar un linaje aristocrático y escudo de armas de al menos tres siglos. El Gran Maestre de la orden es a la vez un príncipe secular, y un cardenal de la Iglesia. Como reflejo de su historia, su composición sigue siendo en gran medida compuesto por personas con antecedentes militares o de inteligencia. El Papa Pío XII ordenó una investigación de esta organización nominalmente católica en la década de 1950. La Comisión Papal acusado, entre otras cosas, que la Orden no debe tener la soberanía de un Estado, y ordenó a las modificaciones de la SMOM "para ponerlas en conformidad con las decisiones de la Santa Sede". Sin embargo, Pío XII murió antes de que la Orden podría ser totalmente riendas pulgadas
Además de la Iglesia Católica Romana SMOM, hay cuatro órdenes protestantes de los Caballeros, todos fundados en los últimos 150 años, y todos corren por las casas reinantes de Europa. Los católicos romanos y protestantes órdenes efectivamente se fusionó el 26 de noviembre de 1963, cuatro días después del asesinato de John F. Kennedy. El Jefe soberano de los caballeros británicos es la Reina Isabel, mientras que los Caballeros Países Bajos se dirigió hasta su muerte por el ex oficial de las SS, el príncipe Bernhard de los Países Bajos, consorte de la Reina Juliana.
En 1927, con sede en Roma SMOM autorizó el establecimiento de un estadounidense capítulo, cuyos miembros no tienen que demostrar su linaje aristocrático. Su tesorero y controlador de laicos fue John J. Raskob, la amargura anti-FDR jefe del Comité Nacional Demócrata, quien en 1934 ayudó a financiar un intento de golpe de Estado contra Roosevelt. Su Gran Protector y Asesor Espiritual fue el cardenal Francis Spellman, de Nueva York, uno de los mejores que la Guerra Fría se asocia Tiempo / editor de Vida y al Congreso por la Libertad Cultural Luce co-fundador Henry.
Otro caballero, que jugó un papel profundo en la posguerra financiera de Italia, la historia económica y política fue el príncipe Massimo Spada, el financista estaba principales del Instituto Vaticano para las Obras Religiosas, comúnmente llamado el "Banco del Vaticano". Spada dio el lavador de la heroína de la mafia conectada y luego P2 financista Michele Sindona su entrada en las finanzas del Vaticano, que, dada la protegida de impuestos, el estado soberano de la Iglesia en Italia (como se negoció en el Concordato de 1929 entre Mussolini y la Santa Sede) , fue muy valiosa para el funcionamiento de todo tipo de operaciones sucias.
Sin embargo, al examinar el Vaticano, uno siempre debe tener cuidado de preguntar: "¿De quién es el Vaticano? Que de todos los papas modernos? ¿O la de la aristocracia negro?" Y para desentrañar realmente esa pregunta, en la medida en que se cruza Ortolani, Gelli, Calvi, Spada, y sus "del Vaticano conectado a" asociados, y el más profundo, "permanente" infraestructura del terror en Italia, se debe profundizar en la historia, en particular la de Venecia, para comprender el enorme poder ejercido aún por aquellos a quienes el Papa Juan Pablo I, llamado "los antiguos", durante el tiempo que fue patriarca de Venecia. Después de todo, como LaRouche ha subrayado, los "antiguos" de Venecia, nos han dado la angloholandés moderno sistema parlamentario, con su control privado los bancos centrales, y el actual impulso de la sinarquía para gobernar el mundo. Bajo la dirección anglo-estadounidense, los venecianos "antiguos" también trajo Mussolini al poder, en primer lugar, y organizaron entonces el mundo de las finanzas del Vaticano, en la cual Ortolani, Gelli, Calvi et al. se inserta.
 
El legado de la historia: El Factor de Venecia
En 1582, las familias más o menos 40 que controlaban las grandes fortunas y lejanos capacidades de inteligencia de Venecia, se dividió en dos facciones: los nuovi (las "nuevas" casas o familias) y Vecchi (la "vieja" casas). En la superficie, las denominaciones parecía referirse a las familias ennoblecidas desde la serrata, el cierre del Gran Consejo en 1297, que fueron llamados los nuovi, mientras que los que ya había celebrado títulos de nobleza, fueron los vecchi. De hecho, la conmoción fue el resultado de la creación de Estados nacionales soberanos, por primera vez en la historia, como consecuencia del Renacimiento. La ciudad-estado de Venecia, nunca más de 200.000 personas, no podría hacer frente a los nuevos poderes que venían a ser, fundada para promover el bien común de sus ciudadanos, su enorme cantidad, la ciencia y la tecnología, el poder militar, se demasiado incluso para los amos poderosos y retorcidos de la Serenísima (como Venecia es famosa por llamada).
El nuovi di cuenta de que, a pesar de la sangrienta guerra religiosa que Venecia había desatado en Europa tras el fracaso de la Liga de Cambrai para derrotar a Venecia en 1511, sus días estaban contados en última instancia. Se llevaron varias acciones estratégicas. En primer lugar, bajo la dirección de Paolo Sarpi, que creó la filosofía del empirismo, como un fraude la certeza basada en cuyo propósito era destruir el método creativo de la hipótesis platónica. En segundo lugar, también bajo la dirección de Sarpi, que lanzó una guerra feroz contra el Vaticano, lo que representa como el bastión de los "iluminados" Europa contra el oscurantismo de Roma. En tercer lugar, trajeron a la reciente aparición Inglaterra potencias protestantes y Holanda (cuyo ascenso fue en gran parte gracias a la propia Venecia), en lo que siempre había sido la piedra angular de Venecia suerte-su comercio con las Indias Orientales. Los venecianos fundó la British East India Company en 1600 (a partir de una fusión de la compañía con sede en Inglaterra Venecia y la Compañía de Turquía) y la Compañía Holandesa de las Indias Orientales en 1602, y la riqueza derivada de este comercio ayudaron a crear o enriquecer una serie de grandes las familias aristocráticas de ambos países, siguiendo el modelo veneciano. Y, como LaRouche ha subrayado con frecuencia, la British East India Company se convirtió en la primera potencia del mundo en 1763, a raíz de los británicos-aparejado Guerra de los Siete Años entre los contendientes potencias europeas, en el clásico veneciano "divide y vencerás" método . En cuarto lugar, se trasladaron gran parte de su fortuna (e incluso algunos de sus familiares) al norte, por primera vez en Holanda, y luego en Inglaterra, donde creó lo que sería conocido en el siglo 18 como "el partido veneciano". Como parte de esto, se estableció la famosa Wisselbank (Exchange Bank) de Amsterdam en 1609-el banco más poderoso del mundo-el modelo a su propio privado, los bancos controlados por patricia, seguido por el Banco de Inglaterra en 1694, tanto al servicio como los modelos sobre los que todos los bancos centrales se han establecido desde entonces.
En parte debido a estas reasignaciones, el poder financiero de Venecia se mantuvo gran bien entrado el siglo 18, al igual que su sistema de espionaje legendaria, brillantemente narradas por Friedrich Schiller en su Geisterseher novela Der (The Ghost-vidente), y el estadounidense agente de la inteligencia James Fenimore Cooper en su novela El Bravo. 8 Barings Bank en Inglaterra, el banco de la British East India Company, por ejemplo, fue el vehículo de los fondos de Venecia en el Reino Unido, y fue en el centro de la "Fiesta veneciana", junto con el Banco de Inglaterra .
Napoleón Bonaparte había sido parcialmente patrocinado y financiado por venecianos y genoveses familias: Los genoveses Princesa Pallavicini de que era famoso punned que su familia poseía "la buona parte" - "la mejor parte" de él. Su familia corsa habían sido criados por los genoveses y los nobles venecianos de los siglos, y, como se señaló anteriormente, su hermana favorita se casó con una Borghese.Cuando estragos de Napoleón había terminado, el conde Giovanni Capodistria, un noble veneciano que actúa como un ministro del gobierno de Rusia, casi sin handledly escribió los documentos esenciales que expida el Congreso de Viena de 1814-15, que estableció la Santa Alianza ultra-reaccionaria. Capodistria también se retiró junto a la nación moderna de Suiza, en parte como depósito de los fondos de la familia veneciana (Fondi), que también fueron utilizados para fundar varias compañías de seguros en el siglo 18. Estos más tarde incluyó la Riunione Adriatica di Sicurtà (RAS) y la Assicurazioni Generali di Venezia e Trieste. 9
A la vuelta del siglo 20, los "antiguos" de Venecia, aunque disminuye, sigue al mando y el poder financiero importante de inteligencia, tanto en su propio nombre, sino también porque desplegó como parte de la (Gran Bretaña y, posteriormente, Anglo-American ) mundo dominado que sus antepasados ​​habían creado. A raíz de la separación / reasignaciones de 1582, se clona a sí mismos ya sus instituciones y métodos para dominar el norte protestante, a menudo masones de Europa, mientras que todavía mantiene su poder en sus asientos histórico de control en el ex-Habsburgo gobernó el sur, más católica partes de Europa, en particular en Italia y España, y en la Iglesia de Roma. Ellos jugaron un papel crucial en la organización de la guerra de los Balcanes que sentó las bases inmediatas para la Primera Guerra Mundial, para que el rey de Inglaterra Eduardo VII había conspirado durante décadas. En el siglo 20, un grupo de patricios financiera veneciana, conducidos por el Conde Piero Foscari de una antigua familia de los Dogos de Venecia, estableció una serie de empresas y bancos. El principal de estos últimos, fue la Banca Commerciale Italiana (BCI), y en particular su rama de Venecia. 10
Aunque Foscari fue el líder indiscutible de este grupo de Venecia, su figura pública más activa fue Giuseppe Volpi, más tarde conocido como el conde Giuseppe Volpi di Misurata, después de su temprana década de 1920 Estado de Italia ocupada por Libia en nombre de Mussolini.Actuar como punto de jugadores para un sindicato financieras internacionales, incluidos el Banco de Inglaterra, Mellon, y la Casa Morgan, Volpi organizó la subida de Mussolini al poder, precisamente como Schacht hicieron después de esas mismas fuerzas en la instalación de Hitler en Alemania. Volpi fue ministro de Finanzas de Mussolini de 1925 a julio de 1928, tras lo cual se convirtió en miembro del Gran Consejo del Fascismo, y, en 1934, presidente de la Asociación de Industriales. Él diseñó la doctrina económica de Mussolini de corporativismo a lo largo del modelo originalmente establecido por Alexandre Alveydre Saint-Yves d'(1842-1909), fundador de la sinarquía de movimiento Imperio, y la inspiración de las logias francmasónica martinista a través del cual la sinarquía moderno organizado.Nominalmente un pacto tripartito entre las empresas, el Estado, y el trabajo, se trataba básicamente de gobierno de las empresas, los financieros, es decir, privada.
En 1929, Volpi supervisó el Concordato entre la famosa Italia y el Vaticano, en la que, entre otras cosas, Italia reconoció al Vaticano como un estado soberano, y pagó una compensación económica para los Estados Pontificios en el centro de Italia, que había asumido el control en la segunda mitad del siglo 19. La compensación fue 1.550 millones de liras, una suma considerable en el tiempo. Una Bernardino Nogara fue elegido, aparentemente "de la nada", para gestionar esta fortuna. El prominente diplomático estadounidense George Kennan escribió en sus Memorias: 1925-1950 sobre el extraordinario poder de mando de Nogara: "El llamado 'hombre misterioso', un banquero italiano con el nombre de Bernardino Nogara, se había concedido el control exclusivo por el papado sobre toda la fortuna de $ 92,1 millones a la iglesia había recibido del tratado de Letrán.... Ningún funcionario del Vaticano, ni siquiera el Papa se le permitió el poder de veto sobre la decisión de Nogara es. Ni el banquero permitirá que las políticas religiosas o doctrinales de la iglesia para interponga en su camino.... Nunca antes en la historia de la Iglesia moderna nadie había sido concedida autoridad absoluta como por la iglesia, ni siquiera los mismos papas, con toda su infalibilidad supone, por no hablar de un laico, y no católicos (judíos), como en el caso de Nogara. " Su impacto en la Iglesia también puede ser juzgado por el epitafio entregado a su muerte en 1958 por el jefe de la SMOM en los Estados Unidos, el cardenal de Nueva York Spellman: "Al lado de Jesucristo, la mayor cosa que suceda a la Iglesia Católica es Bernardino Nogara . "
Si era o no judío, el "hombre misterioso" no era ningún misterio en todo. Nogara había sido el director gerente de una empresa de Venecia dirigida por Foscari, Volpi, et al. en el Imperio Otomano ya en 1901. Como reflejo de sus vínculos de Venecia, Nogara se convirtió en representante de Italia en el Consejo de la deuda otomana, una especie de FMI para el Imperio Otomano, cuyo propósito era sangrar y tallar para arriba. Los británicos albergues patrocinados por masones en Salónica, de la que los "jóvenes turcos" se organizaron para derrocar al sultán. El masón Volpi estuvo íntimamente involucrado en el golpe de Estado, como, sin duda, fue Nogara. Nogara era el jefe de la BCIsucursal en Estambul, y fue agente jefe de inteligencia de Volpi en el Imperio Otomano hasta que el imperio desapareció en la Primera Guerra Mundial que Volpi y sus amigos habían hecho tanto para ayudar a organizar, a través de las logias masónicas ya través de Venecia antiguos vínculos económicos y familiares en los Balcanes.
Después de Nogara había sido elegido delegado de la Administración Especial (más tarde conocida como la Administración del Patrimonio de la Santa Sede) para supervisar la inversión de la riqueza que fluye desde el Concordato, se convirtió en vicepresidente de la BCI, en cuyas instalaciones después de la guerra de la logia P2 se se fundó. Nogara establecido íntimas relaciones financieras con la flor y nata de la sinarquía, entre ellos el de París y Londres, Rothschild, Credit Suisse, Hambros Bank en Londres, JP Morgan Bank y el Bankers Trust Company en Nueva York, París y la centrada en Banque de Paris et des Pay Bas (Paribas), un bastión de la sinarquía en Francia en los años de entreguerras y posguerra. También promovió un grupo de uomini di fiducia, "hombres de confianza," laicos del Vaticano financieros católica, o incluso no católicas, que se encargaría de supervisar las explotaciones de enormes nuevos Vaticano. Nogara compró grandes intereses o el control de docenas de los principales bancos, empresas de servicios públicos, compañías de seguros y las corporaciones industriales, así como él reorganizó anteriores participaciones del Vaticano, como los "bancos católicos" que en general eran católicos de propiedad, y que las empresas hicieron con la Iglesia y sus funcionarios, a diferencia de la "secular" los bancos.
El más importante de estos "hombres de confianza" fue el príncipe Massimo Spada (un título del Vaticano), que había sido investido como Caballero de Malta en 1944. Spada ya sea bajo la presidencia o se sentaban en el consejo de un asombroso conjunto de la Nogara participaciones compradas. Teniendo en cuenta sólo algunas de las más importantes (y su capital), a partir de la década de 1960, estos incluyen: Fue vice-presidente de la Roma Banco di (uno de los mayores bancos de Italia, asociada históricamente con la nobleza negro de Roma), y se sentó en el consejo de su filial suiza, el mayor de Italia, la compañía nacional de gas, la Società Italiana per il Gas (37.412 millones de liras), presidente de la Trieste-empresa con sede en Riunione Adriatica de seguros di Sicurtà (4.320 millones de liras), vicepresidente y director general de la A L' Italiana ssicuratrice, vicepresidente tanto de la Unione di Assicurazioni Subalpina y del Lavoro e Sicurtà (750 millones de liras); Shell Italiana, la filial italiana del Real holandesa Shell (129 mil millones de liras invertido en Italia), vicepresidente de la Istituto Bancario Italiano (10 mil millones de liras) y el Crédito Commerciale di Cremona (2 mil millones de liras), miembro de la junta de la Banca Privata Finanzaria, miembro del directorio de la enorme sociedades financieras de cartera, Società Finanziaria Meridionale (122 mil millones de liras) y el Istituto Centrale Finanziario (150 millones de liras), vicepresidente de la Finanzaria Industriale e Commerciale, presidente de la Banca Católica del Véneto (3 mil millones de liras); Consejo de Administración de Finsider, una sociedad de cartera controlada por el estado (195 mil millones de liras), que forma parte de IRI, el Istituto per la Ricostruzione Industriale, formada durante el régimen fascista, lo que constituye el mayor cartel del país y controlado por los mayores astilleros, la línea de Italia de envío, las compañías aéreas Alitalia, Alfa Romeo,. y el sistema telefónico completo Finsider producido en el momento más 90% de acero de Italia, y fue la columna vertebral de IRI. Spada era también un miembro de la junta ejecutiva o de docenas de bancos, seguros y empresas industriales. En 1963 fue nombrado Privado Chamberlain de espada y capa, una de las más altas de todos los títulos del Vaticano, también en manos de su hermano Felipe. 11
Con todo este enorme poder, ya pesar de su posición de liderazgo en la Iglesia Católica, Spada patrocinó el ascenso de Michele Sindona como uno de los del Vaticano "hombres de confianza". Su elección fue muy peculiar, no sólo por Sindona había sido un fascista durante la guerra, sino porque durante ese tiempo él había hecho las conexiones (a través de American OSS mafioso Genovese Vito-conectado) a la Inzerillo y las familias Gambino del crimen, para los que lavan la heroína dinero.
Revisar el cuadro esbozado anteriormente, por consiguiente, que una intrincada red financiera originalmente tejida por el conde Giuseppe Volpi di Misurata y sus amigos venecianos aristocráticos y asociados tales como Bernardino Nogara, había crecido en 1960 para incluir a Michele Sindona, que financió uno de los más Gladio es importante activos, el "Príncipe Negro" Borghese. Sindona también "fue uno de los canales, quizás uno de los más importantes, hacer copias de seguridad" los intentos de golpe de 1970-1974, como Greene y Massignani decirlo. Sindona tarde patrocinó el ascenso de Roberto Calvi del Banco Ambrosiano, la P2 financista que fue encontrado ahorcado bajo el puente de Blackfriars en Londres en 1982, en un asesinato ritual masónico. Y, cuando los escándalos financieros P2 explotó, uno de los detenidos como una figura clave en ellas, se Massimo Spada, el protegido del amigo Volpi Nogara.
La composición de la apariencia católica y por lo tanto, ostensiblemente anti-masónica-Roma-centrada SMOM coincidió con la francmasónica, supuestamente "anti-clerical" logia P2, que fueron los "gemelos" de Venecia-Italia, centrado en la oligarquía.
La gestión privada del sistema monetario internacional está colapsando, y la oligarquía financiera desesperada está tratando de consolidar un nuevo fascismo, todo el mundo, impulsada por las nuevas oleadas de terror, como el 9 / 11 y el 11 de marzo 2004 atentados de Madrid.En este contexto, gran parte de la superestructura de Gladio finalmente se está expuesto por los que se oponen a este nuevo fascismo.Esas revelaciones son esenciales. Sin embargo, hay que ir aún más profundo, de levantar el velo de "los antiguos", ya través de ellos a partir de la sinarquía a los que se han dado a luz, de los cuales siguen siendo un componente crucial.

Notas al pie:
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[8] El extraordinario poder financiero que Venecia aún al mando en el siglo 18 fue documentado por el noble veneciano Carlo Antonio Marín, historiador de Venecia Frederick Lane, entre otros. Su nivel europeo la guerra cultural y el sistema de espionaje fue también sigue siendo altamente eficaz, como se evidencia en la campaña internacional de la sede en París, Venecia abad Antonio Conti para tratar de destruir la reputación de la gran científico Gottfried Wilhelm Leibniz. Un agente del consejo de gobierno de Venecia de los Diez, el conde Cagliostro (Joseph Balsamo) organizaron el 1785 "asunto del collar de la Reina," el escándalo que, como Napoleón, observó, fue el acto de apertura de la Revolución Francesa, un evento financiado y se queda sin Gran Bretaña. Aún otro espía conocidos de Venecia de la misma época fue Casanova, que dependía directamente del interior de tres de los encapuchados, vestidos de negro Consejo de los Diez. El jefe de túnica escarlata de los tres era conocido como el Inquisidor, y en Venecia se entendía que "El Diez le enviará a la cámara de tortura, pero los tres le enviará a la tumba."
Schiller eligió para establecer su interpretación magistral de los métodos de los servicios de inteligencia de Venecia, así como su alcance a nivel europeo, en el siglo 18, está claro que no estaba escribiendo de un solo "histórica" ​​la materia, ni el agente de inteligencia estadounidenses patrióticos James Fenimore Cooper, en su retrato escrito varias décadas más tarde, aunque Cooper puso su cuento de siglos anteriores. Durante la Revolución Americana, Venecia puso su aún considerable de la flota al servicio de los británicos.
[9]Uno de los financieros notables de Borghese en la ley de Napoleón fue el veneciano Salomon Morpurgo, quien más tarde fundó la Assicurazioni Generali di Venezia e Trieste (Compañía General de Seguros de Venecia y Trieste). Generali ha sido gobernado desde entonces por una especie de comité central del financiero de Europa y de la oligarquía aristocrática. En el consejo de Generali y su compañía de seguros hermana, Riunione Adriatica di Sicurtà (RAS), en las últimas décadas, se encuentran nombres como Giustiniani, Orsini, Luzzatto (una familia veneciana de edad), Rothschild, el Duque de Alba (cuyo ancestro establecido los residuos de los Países Bajos por Felipe II de España), y Doria (financieros genoveses de los Habsburgo). El presidente de la RAS en un momento era el patrocinador de Sindona, el príncipe Massimo Spada, mientras que el conde Giuseppe Volpi di Misurata, presidió la Generali 1938-43. Si el golpe de 1964 fue exitosa, los conspiradores planeaban instalar Merzagora Cesare, presidente de Generali 1968 a 79. Hoy es el presidente de Generali Antoine Bernheim, socio de Lazard Frères, y miembro de una de las cuatro familias que controlan Lazard, uno de los pilares de la sinarquía internacional. Bernheim hija casó con el príncipe Orsini.
Generali y RAS no son más que dos aspectos importantes de una red mucho más grande de las familias y las finanzas, pero ilustran las direcciones en que hay que mirar para descubrir el "puerto" detrás de la "Autoridad Portuaria", custodiado por el jefe P2 Licio Gelli, como el senador Pellegrino perspicacia de decirlo.
[10] Las actividades de Foscari, Volpi, et al. como el producto de siglos de las operaciones de Venecia en el Imperio Otomano, se elaboran en las raíces de la Fundación, por Allen y Douglas Rachel (inédito ms., 688 páginas, 1997).
[11] La lista parcial de las oficinas corporativas de Spada se ha tomado de Conrado P